Daylesford es un pueblo pintoresco considerado como el centro de spa y rejuvenecimiento más importante de Australia. Desde la era victoriana, la gente viajaba a Daylesford para “tomar las aguas” de los manantiales minerales y spas.

Los inmigrantes suizo-italianos que llegaron durante la fiebre del oro influenciaron el diseño de los jardines y la arquitectura, otorgando a la ciudad un aire europeo.

Hoy, los visitantes vienen a probar las rejuvenecedoras aguas minerales, se hospedan en los hoteles de lujo, exploran tiendas de artesanías y antigüedades, navegan por el lago o simplemente se relajan degustando la excelente gastronomía y el vino de la región.